Soy Claudia Roncayolo, mamá de Nico y Clemen gemelos de 10 años y de Rodri de 6 años. Soy enfermera cardiovascular de profesión y esposa de un gran hombre.
Como mamá, crear conciencia en mis hijos siempre ha sido una prioridad. Quiero que ellos sepan tomar decisiones en su vida basadas en una profunda sensación de bienestar y equilibrio para ellos y su futuro.
A pesar de que es extenuante, en toda situación retadora reflexiono con ellos para llegar al punto clave y entender la decisión a tomar. Con su alimentación es igual, desde muy pequeños despertamos en ellos la curiosidad por los alimentos, lo que luego se convirtió en juegos en la cocina de recetas y desastres monumentales, y lo que hoy en día es un reconocimiento absoluto por un alimentación balanceada y nutritiva versus comida chatarra.
Sería mentira decir que mis hijos no toman bebidas azucaradas, que no comen golosinas en un cumpleaños infantil o que no les gusta un cereal convencional de vez en cuando. Pero hoy en día ellos mismos entienden que no está mal disfrutar de esas opciones siempre y cuando no sea en exceso o se haga rutina.
No siempre estaremos a su lado para poner límites o incluso prohibir alguno de esos excesos, ellos deberán hacerlo solos. Con equilibrio, conciencia y ejemplo se forman hábitos que los acompañarán para toda su vida.
Como mamás es nuestro deber orientarlos y verlos cosechar sus propios frutos, el resultado de sus conclusiones, experiencias y vivencias, donde poco a poco esas pequeñas decisiones los harán más conscientes y me darán la gran satisfacción de que están listos para seguir por sus respectivos caminos disfrutando de una vida saludable y en equilibrio.
Yo decido acompañar la alimentación de mis hijos de la mano de marcas que no solo sean saludables sino que tengan un propósito con el mundo, marcas comprometidas con el medio ambiente y sean cuidadosas y dedicadas con lo que se entrega a cada uno de sus clientes.